¿Votar gordos o esbeltos? La polémica salta antes de elecciones en Quebec



Pauline Marois
El ministro de Salud de Quebec ¿debe ser esbelto? o, dicho de otro modo, ¿está el puesto prohibido para una persona gorda?
La cuestión agita desde el domingo a los medios políticos y a la prensa de la provincia francófona canadiense, en el corazón de una campaña electoral en la que no faltan desafíos importantes, como la independencia nacional o la financiación de la educación, pasando por la corrupción.
La polémica fue lanzada por la dirigente del Partido Quebequés (PQ, independentista), Pauline Marois, que declaró el sábado que creía que "un ministro de Salud debía de ser ejemplar" en materia de vida sana.
No citó ningún nombre. Pero Gaétan Barrette, el candidato estrella de un partido rival, la Coalición Futuro Quebec (CAQ, de centro derecha), que se presenta como el potencial ministro de Salud y cuya corpulencia es notablemente superior a la media, se sintió directamente atacado. Barrette se enfadó aún más porque las declaraciones de Marois se realizaron en Terrebonne, cerca de Montreal, donde busca que le elijan el próximo 4 de septiembre.
Si bien la dirigente del PQ dio marcha atrás apuntando que las afirmaciones se referían a todos los quebequeses y no sólo a Barrete, éste no dudó en contraatacar convirtiéndolo en un argumento electoral.
Barrete, un médico radiólogo de temperamento explosivo aseguró, quizá exagerando un poco en relación a las estadísticas, que Marois había ofendido "a la mitad de la población de Quebec" y se dirigió en la red social Twitter "a todos los ciudadanos de Quebec que tenemos (bien: tenemos) un exceso de peso: respondamos a Pauline Marois votando al CAQ. Nada de solapar el desprecio".

Gaétan Barrette