Sin gobierno no hay sexo, el llamamiento de una senadora belga al país


La senadora belga Marleen Temmerman ...


Una senadora belga lanzó esta semana un llamamiento a seguir una "huelga de sexo" nacional hasta que los líderes políticos acuerden formar de una vez un nuevo gobierno, ocho meses después de que se iniciara la peor crisis institucional en la historia de Bélgica.
En momentos en que la población belga, cada vez más inquieta por la unidad de su país, reclama a los responsables flamencos y francófonos que pongan fin al vacío de poder y formen un gobierno, la senadora Marleen Temmerman sorprendió con la excéntrica propuesta de la abstinencia sexual.
"Me encontraba en Kenia cuando (el actor) Benoit Poelvoorde lanzó su idea" de pedir a los belgas que se dejaran crecer la barba mientras no hubiera gobierno, explicó el miércoles a la AFP Temmerman, ginecóloga y senadora socialista flamenca. La propuesta "nos hizo reír y nos preguntamos qué podríamos hacer las mujeres. Nuestras interlocutoras kenianas nos recordaron entonces que ellas habían llamado a una huelga de sexo en 2009, tras una grave ola de violencia política, para reclamar una solución a sus líderes políticos", afirmó.
"Ningún estudio científico podrá confirmar el efecto de ese llamamiento, pero después de varias semanas, Kenia tenía un gobierno estable", agregó sonriendo la senadora.
De regreso a Bélgica, donde a finales de enero unas 35.000 personas salieron a la calle para expresar su "vergüenza" y exasperación contra sus líderes, Temmerman publicó una tribuna pidiendo a las belgas seguir el ejemplo keninano.
Su idea dice que es no obstante "una broma", porque no cree "que muchas mujeres practiquen la abstinencia ni que esto tuviera un impacto en las negociaciones", pero defiende que "más vale reírse de esta situación, aunque sea verdaderamente inquietante", precisó.
Las diferencias entre flamencos y valones francófonos, las dos principales comunidades del país, que conviven cada día más dándose la espalda, son la causa de que Bélgica lleve casi ocho meses sin gobierno, casi un récord mundial.